jueves, 7 de enero de 2010

El conflicto Intercultural





8- El conflicto intercultural en la escuela, Mediador Intercultural


Hoy en día, uno de los conflictos que se presenta en una organización escolar, es el de la adaptación a nuestra cultura, la cultura establecida en el sistema educativo, de culturas diferentes, con ideologías, costumbres y conocimientos muy distantes de los que nosotros poseemos. Estas diferencias, en ocasiones muy importantes, pueden ser un gran obstáculo en la adaptación y aprendizaje del alumno, el cual, pese a su potencial o altas capacidades puede verse excluido y caer en el fracaso escolar.

Adaptarse a una costumbres que distan de las que te han inculcado desde tu nacimiento, saberte diferente a los demás, no poseer ninguna representación de tu cultura en los manuales, profesores, actividades, incluso en el lenguaje, es sin duda una traba importante a la hora de evolucionar, de adquirir un aprendizaje. Existen tradiciones, que para nosotros pueden ser banales, incluso las hay que llegan a ser ofensivas, como por ejemplo el papel de la mujer en la cultura gitana, sin embargo, cuestiones como el pañuelo, el tipo de alimentación seguida o la religión pueden afectar gravemente el comportamiento de un alumno, que no ve respetados sus derechos. ¿Cómo nos sentiríamos nosotros si llegásemos a un país en el que nos obligasen a ir a clase desnudos?, es una exageración, pero una persona acostumbrada a vivir detrás de un pañuelo puede sentirse igual de ofendida y avergonzada.

A raíz de esta cuestión, surge la figura de Mediador Intercultural, ésta persona tiene el cometido de integrar a los alumnos provenientes de culturas ajenas a la nuestra en el sistema educativo vigente, si bien, no sólo consiste en adaptar al alumno a nuestras creencias, sino en hacer que la educación sea intercultural, que se adapte a las necesidades de todos los alumnos, y que integren partes de sus, sin duda valiosos, conocimientos y/o tradiciones. Que fomenten la participación de los padres, para que todos comprendan sus necesidades, incluso que una parte del profesorado, pertenezca a las culturas foráneas que conviven en el centro. El mediador intercultural debe ser la tercera parte del conflicto (entre culturas), la que aproxime a las partes beligerantes y que propicie un acuerdo benefactorio para ambas. Unido a la problemática de las diferencias culturales e incluso de idioma de los alumnos, surgen los problemas de marginación, ya que unido a dicha diferencia cultural, se acrecenta gravemente el conflicto por la procedencia humilde y baja inserción social de las familias, que pueden rozar situaciones de extremada pobreza.

En resumen, un origen social humilde, diferencias culturales intensas y necesidad de adaptación al nuevo lenguaje, son barreras muy altas que en muchas ocasiones los alumnos no suelen superar, es entonces cuando aparece el absentismo, la violencia, el abandono y el fracaso escolar, que son el resultado final, y quizás el aspecto más tangible de éste conflicto. Surge la figura del Mediador Intercultural, que va a intentar ser un puente que ayude a estas personas, en situación de desigualdad, incluso se podría decir de marginación, a superar todas las barreras que salen a su paso, sin duda seguirá siendo difícil, pero en estos casos cualquier ayuda será vital, tanto para comprender la nueva cultura, como para que la suya sea comprendida por nosotros.

Enlaces con noticias que versan sobre el tema:


http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=2002465&orden=86737


http://www.revistaeducacion.mec.es/re334/re334_23.pdf

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